Reformada totalmente en el año 2014, forma parte la ruta ya que diseñada bajo los cánones del barroco de los Ruiz Florindo, usando el color almagra y el ladrillo como elementos principales constructivos. En el interior se encuentra un rico patrimonio en el que destacan las esculturas de San Pedro y San Pablo de la escuela de Pedro Roldán, una Dolorosa de la época fundacional, el Cristo de la Buena Muerte del siglo XIX, y autor desconocido, pinturas de la escuela de Zurbarán, el impresionante cuadro de los Desposorios de María del pintor José María Arango, imágenes de San Joaquín y Santa Ana, patronos de la localidad, del imaginero sevillano Castillo Lastrucci, junto al Retablo del Altar Mayor con pinturas de escenas sobre la vida de los padres de la Virgen, plasmadas por los artistas contemporáneos Martín de Soto y Soledad Pérez, magníficos retablos del Cristo de la Misericordia, Virgen de los Dolores, Santo Entierro y Virgen Milagrosa, así como hornacinas y vidrieras de gran interés patrimonial.