La portada de Aguabajo número 4 se asemeja en su carácter lignario a la portada de Lora 8 de Fuentes; como si se tratara de una copia literal del mismo discurso decorativo y compositivo, en ella se refleja el esplendor de la decoración con ladrillo. Actualmente solo conserva la fachada, ya que el patio porticado está embutido en una sería de viviendas contemporáneas.